Historia de Mas Llauradó

La construyó, en el siglo XIX, una familia de Aitona, (entre 1860-1870 aproximadamente). Es un edificio hecho en una pendiente de la sierra. Sus tamaños son 5,80m de altura, 10,30m de ancho y 19.50m de largo que equivaldrían a 200 m2 y 1000 m3.

Es una cabaña con cubierta de bóveda de cañón, de cubierta tapada, es decir, desde el exterior no se puede ver el tipo de bóveda que cubre la cabaña. La fachada es rectangular y la encontramos enmarcada con montantes y un enorme dintel y una ventana que da luz al techo interior. En su construcción se utilizaron 840 toneladas de piedra caliza o de calar trabajada y 2000 toneladas de tierra para hacer el molde de la bóveda y después colocarla sobre la bóveda para cubrirla y hacer la era.

Al lado de Mas Llauradó encontramos una balsa que recogía el agua de lluvia. Es una cisterna de cierta profundidad con unas escaleras para llegar al agua en caso de que no esté llena del todo.
Podemos considerar las cabañas de bóveda como las construcciones rurales de piedra seca de soporte agrícola más emblemáticas de la parte seca de la comarca del Segrià

 

Exterior de Mas Llauradó en Aitona
Interior Mas Llauradó
Interior de Mas Llauradó en Aitona

En el interior encontramos la masía dividida por una pared con dos arcadas hasta la bóveda que separa, a la derecha, el fuego en el suelo con grandes jácenas de piedra para sentarse y, a la izquierda, los comederos de los animales de carga y en la parte central superior se dejó una abertura rectangular que permitió extraer la tierra del interior de la bóveda con mayor facilidad y por donde se entraba la paja. Antes de hacer la pared, un carro y tres mulas podían dar la vuelta por dentro.

Dentro podemos ver lo resistente que es la piedra de calá o caliza. Una masía como esta tenía mucho valor, tanto para las personas que pernoctaban dentro, como para proteger a los animales de las inclemencias del tiempo y también ahorraba tiempo, el viaje hasta el pueblo era de dos horas caminando entre ir y volver.

Para construir Mas Llauradó se realizaron dos cortes paralelos al cerro donde se encuentra encajada. A la tierra que quedó entre los dos cortes, se le dió la forma de la bóveda y sobre este molde se construyó la bóveda añadiendo alternativamente una hilada de piedras en cada lateral hasta completarla.

La tierra del interior de la bóveda se colocó en el techo, bien prensada y aplanada, se convirtió en una era donde se realizaban las labores propias del batir. El agujero de la parte superior de la bóveda permitía introducir la paja directamente en el interior de la cabaña, donde se almacenaba.

Mas Llauradó sufrió un incendio y sobrevivió gracias a la dureza de la piedra seca y a la apertura central que hizo de chimenea.

La masía tiene mucho valor tanto para las personas y los animales que les protegía de las inclemencias del tiempo y permitía trabajar más horas el campo al evitar desplazamientos diarios desde el pueblo.

Las cabañas de bóveda mantienen una temperatura casi constante a lo largo de todo el año, lo que las hace frescas en verano y cálidas en invierno, son construcciones sostenibles que permitían guardar, en su interior, herramientas del campo, víveres, leña, paja.

Reserva visita para grupo

Vall de Roca – Aitona (Lleida)

Horarios visitas grupos

Marzo – Abril – Mayo

Sábados y domingos

10:00h – 13:00h

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